Martires del Congo
“ Nuestro camino es el de Dios, y si hemos de morir, moriremos pero no podemos abandonar la misión” Las Misioneras Dominicas hemos experimentado en carne propia la gracia del martirio: ofrendar la propia vida por la causa de los pobres, que es la causa de Dios. Nuestras cuatro hermanas mártires, María Justa, María del Buen Consejo, María Cándida y María Olimpia, dieron testimonio del profundo amor que las vinculaba al pueblo, su fidelidad a Dios se vistió de nombres y rostros concretos de quienes cuidaban día a día en su trabajo de enfermeras, a quienes acompañaban y educaban en la fe. Día y noche lucharon por la vida de los demás, comprometidas totalmente, de tal forma que no quisieron abandonar su misión, aún teniendo la posibilidad de hacerlo. Estas cuatro mujeres abrazaron su vocación misionera encarnándose en el pueblo congoleño, el cual vivía una realidad política y social compleja. La misión de Stanleyville se abrió en Marzo de 1960, y tres meses después el país d...